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SOLO EDUCA EL AMOR

LEMA DEL CURSO

Todos los años elegimos un lema, adaptamos nuestro escudo agustiniano basado y sus signos…pero cada año también, intentamos renovar nuestra mirada para llevar con ilusión y compromisos esta tarea educativa.  Lo hacemos porque sabemos nuestro norte del porqué somos agustinianos, tenemos un eje axiológico compuesto por una misión-visión y valores compartidos; unos principios pedagógicos y metodológicos que juntamente con el enfoque pedagógico orientan nuestra labor de aprendizaje-enseñanza para hacer auténtico y real nuestro modelo educativo agustiniano. 

Este curso 2023 hemos elegido el lema “SOLO EDUCA EL AMOR” y como sustento desde las escrituras hemos elegido la carta o el himno al amor de San Pablo en la carta a los corintios 1COR 13, 1-13.  En este himno al amor San Pablo nos habla del amor como el don más preeminente y excelente. No nos habla de un amor abstracto, pues su fundamento está en la biografía de nuestro Señor Jesucristo de quien escribe san Juan: “habiendo amado a los suyos, os amó hasta el extremo” (Jn 13,1) y ese amor, lo sabemos es eterno. Nunca cesará el Señor de amarnos, aunque nos alejemos de Él. 

El amor es el pilar de nuestra pedagogía agustiniana, pues considera San Agustín, que formar a un alumno es un proceso integral (intelectual, espiritual, moral y de la voluntad) encaminado a hacer emerger y dinamizar la fuerza cognitiva del amor y todas las potencialidades latentes en el alumno como proyecto de Dios.  Amor a todos, pero a cada persona hay que amarla de manera diferente. (San Agustín) 

Pero amar no es un camino fácil, lo sabemos en educación, en el día a día de nuestra tarea.  Por eso deseamos invitarles -como nos dirá el Papa Francisco en el mansaje de cuaresma de este año, donde hace un llamado a escalar a través de la ascesis esa alta montaña junto con Jesús- a dejarnos transformar por el amor de Jesús, ese amor nunca falla y mantiene nuestro norte y nuestras velas encendidas; ese camino exige esfuerzo, sacrificio, concentración y nos mantiene en alerta para darnos cuenta de que “no somos lo que hacemos, sino que somos lo que amamos”. 

Mayor esfuerzo, sacrifico y concentración, porque sabemos que durante este curso nos enfrentaremos a situaciones que deberemos tener en cuenta en el día a día de nuestras actuaciones escolares y los desafíos que implicarán, mencionemos algunas: 

  • Año preelectoral en nuestro país e inestabilidad posiblemente 
  • Desempleo, desigualdades, mayor pobreza, violencia  
  • Mundo en situación de guerra y sus peligros ante los juegos geopolíticos actuales 
  • Crisis económica mundial  
  • Reto permanente de ser testigos de nuestra fe ante tanta incertidumbre y faltas de ánimo por diversas situaciones eclesiales y falta de compromiso de no poco cristianos 

Para el colegio además será un año de mayor exigencia de esfuerzo común para la tarea académica, soporte emocional y espiritual de las familias , de esfuerzo extra para aunar criterios como comunidad escolar para hacer que nuestros alumnos, cada miembro de la comunidad se automotive y asuma responsablemente su rol, despertando del letargo biopsicosocial y espiritual en que nos postró la pandemia.  Los estudiantes han de comprometerse más con sus estudios, actividades y tareas escolares, para fortalecerlos ante la crisis del espíritu de trabajo, esfuerzo, sacrificio o la milla extra.   Los tiempos serán duros pero eso no nos exime de asumir mayor compromiso para que las cosas sean mejores Acompañémonos, unamos fuerza desde la fortaleza educativa que tenemos “solo educa el amor” con todas las exigencias que eso supone a nivel personal y comunitario.  Así estaremos en sintonía con la sinodalidad asumiendo el reto de caminar juntos, comunicarnos mejor y participar todos desde nuestras propias responsabilidades. 

Desde la fe, el COR UNUM ET ANIMA UNA IN Dios encontraremos esa fuerza para el compromiso, la coherencia, la autenticidad y el diálogo para ser testigos creíbles en el campo educativo católico.  El Señor guía nuestros pasos; la oración  y el evangelio de cada día, ha de marcar el ritmo de nuestra cotidianidad y acompañar a nuestros jóvenes en las múltiples amenazas que viven cada día por los ídolos que los esclavizan: tener, poder, egoísmo excluyente. Porque somos escuela agustiniana, tenemos el compromiso de construir juntos y aportar a la Iglesia y al mundo, una vida humana y una fe que entusiasme, incluyente, acogedora, alegre, abierta a las relaciones fraternas con todos los que caminan a nuestro lado. 

Este texto paulino nos acompañará durante todo el año 1Cor 13, 1-13 

1. Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo caridad, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe. 
2. Aunque tuviera el don de profecía, y conociera todos los misterios y toda la ciencia; aunque tuviera plenitud de fe como para trasladar montañas, si no tengo caridad, nada soy. 
3. Aunque repartiera todos mis bienes, y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo caridad, nada me aprovecha. 
4. La caridad es paciente, es servicial; la caridad no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; 
5. es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; 
6. no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. 
7. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta. 
8. La caridad no acaba nunca. Desaparecerán las profecías. Cesarán las lenguas. Desaparecerá la ciencia. 
9. Porque parcial es nuestra ciencia y parcial nuestra profecía. 
10. Cuando vendrá lo perfecto, desaparecerá lo parcial. 
11. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño. Al hacerme hombre, dejé todas las cosas de niño. 
12. Ahora vemos en un espejo, en enigma. Entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de un modo parcial, pero entonces conoceré como soy conocido. 
13. Ahora subsisten la fe, la esperanza y la caridad, estas tres. Pero la mayor de todas ellas es la caridad. 

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COLEGIO AGUSTINIANO

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2023