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Principios de
La Pedagogía Agustiniana
La pedagogía agustiniana se basa en un proceso integral que, desde el amor, pretende desarrollar todo el potencial intelectual, moral, estético, emocional, social, físico y espiritual.
Hoy más que nunca recobra actualidad porque:
- EL ESTUDIANTE ES EL SUJETO Y AUTOR DE SU EDUCACIÓN: se parte sus necesidades reales, sus aspiraciones e inquietudes, para desarrollar un aprendizaje reflexivo y una escucha activa.
- Para nosotros es fundamental, el reconocimiento del estudiante como persona, situarlo en sus contextos. Queremos educar sin ignorar la singularidad de cada persona con su nombre y su historia propia.
- EL ESTUDIANTE ES EL PROTAGONISTA DE SU PROPIO APRENDIZAJE, POR ESO HEMOS DE RESPETAR Y ESTIMULAR SUS SINGULARIDADES Y ADAPTARNOS A SU RITMO EVOLUTIVO.
- La pedagogía agustiniana considera las distintas capacidades e idiosincrasias del estudiante. Se trata de un proceso que se adapta a las condiciones psicológicas, culturales y sociales de cada uno para individualizar el proceso de enseñanza aprendizaje.
- EDUCAMOS LA INTERIORIDAD DEL ALUMNO, COMO EL LUGAR DE LAS GRANDES PREGUNTAS, GRANDES CERTEZAS Y CONVICCIONES.
- Establecemos la interioridad como un eje fundamental para desarrollar la capacidad de reflexión, poniendo el énfasis en lo positivo y buscando la superación de lo negativo. En la pedagogía agustiniana nos encontramos ante el valor central; el ser humano que entra dentro de sí mismo es capaz de conocer y conocerse. Podemos conocer el mundo que nos rodea y no saber nada de nosotros mismos, dirá Agustín de Hipona. Por eso el ser humano sin interioridad es un ser sin identidad.
- FOMENTAMOS UN MODELO EDUCATIVO BASADO EN APRENDER A ESCUCHAR E INTERROGAR, MEDIANTE EL DIÁLOGO Y LA DISCUSIÓN HACIENDO CONECTAR EL INTERIOR CON LA REALIDAD EXTERIOR PARA ASÍ MODELARLA, INTERACTUAR Y TRANSFORMARLA.
- La pedagogía del diálogo está basada en la mayéutica socrática donde educar quiere decir “sacar fuera”. Agustín asumió la perspectiva de Sócrates de ayudar a dar luz la verdad que el hombre lleva dentro de sí. Para ello presenta el diálogo como herramienta pedagógica para el aprendizaje sabiendo que la verdad se busca y se construye a través de la discusión y mediante el uso de preguntas.