Desde estos principios pedagógicos,

¿Con qué metodología aprenden nuestros estudiantes?

  1. Desarrollando destrezas didácticas encaminadas a despertar el interés del alumno ante los propios deberes y fomentando el diálogo y una relación fluida profesor-estudiante.
    • Se trata, de un proceso de enseñanza aprendizaje que ha de ser estimulador, donde el estímulo tiene un papel principal frente a la imposición y conlleva a asumir responsablemente las tareas escolares como un reto de su propio aprendizaje. Será este estímulo el que despertará las potencialidades interiores del estudiante.
  1. Fomentando la autonomía personal en el aprendizaje en sintonía con el educador que se convierte en impulsor del entusiasmo, facilitador y mediador.
    • Lograr la autonomía del estudiante es uno de los primeros objetivos del educador. Y, en la medida en que el objetivo se va alcanzando, el educador ha de saber colocarse en segunda fila, asumiendo el papel de acompañante y permitiendo que el estudiante se abra camino por sí mismo.
 
  1. Adecuando el proceso de enseñanza-aprendizaje a las capacidades individuales de todos y cada uno de los estudiantes atendiendo su diversidad y desarrollando su propia personalidad.
    • Este planteamiento tiene consecuencias directas en la situación de aula y supone:
    • Eliminar los modelos de lecciones magistrales dirigidas a un grupo que entenderíamos como homogéneo.
    • Estar preparado para diversificar la enseñanza y adaptarla a los diferentes estudiantes, tendiendo a la individualización y personalización
    • Establecer dinámicas de clase que pueden dar cabida y respuesta a los distintos perfiles de estudiantes, a las distintas inquietudes, a los distintos ritmos, a los distintos estilos de aprendizaje, a la diversidad.
  1. Comprometiéndose el educador a estar abierto en todo momento a la renovación, al aprendizaje permanente, a la formación y al conocimiento.
 
 
  1. Haciendo del amor, la alegría, el entusiasmo y la cercanía elementos dinamizadores de una enseñanza positiva y eficiente.
    • El entorno educativo debe trasmitir alegría por vivir y por descubrir. La alegría abre fácilmente las puertas a cuanto se ofrece en su contexto. Para San Agustín la alegría hace que la enseñanza suscite en el educador y el estudiante las mejores disposiciones mentales y personales para que sea lo más eficaz y agradable posible. Se da mayor aprobación a un mensaje cuando este va cargado de alegría sincera.
 
 
  1. Creando un entorno cooperativo de aprendizaje con un alto nivel de compromiso interpersonal que impulse las expectativas del estudiante y del educador.
    • La colaboración y cooperación entre educadores y estudiantes crean una resistencia a la debilidad y vulnerabilidad de la educación en la actualidad. Esta colaboración crea condiciones que ayudan al desarrollo de la autonomía y la libertad de los estudiantes para que sepan hacer sus elecciones. El educador busca estrategias metodológicas basadas en la colaboración tanto para buscar verdades y descubrirlas como para eliminar obstáculos y dificultades.